En Linux toda sesión de trabajo se arranca introduciendo un usuario y una clave. La máquina está preparada para arrancar la sesión con las siguientes credenciales:
Para realizar ciertas tareas de administración, el sistema
te solicitará de nuevo la clave del usuario teleco para
verificar que tienes los permisos adecuados. En este caso, la clave a
introducir es teleco
.
En adelante, para distinguir las dos máquinas hablaremos de la máquina “física” o “anfitriona” (esto es, tu ordenador personal o el del laboratorio) y la máquina “virtual” o “huésped” (la ejecutada por VirtualBox).
Cuando trabajes con la máquina virtual debes tener en cuenta además los siguientes aspectos:
La máquina virtual, ésta utiliza el teclado y ratón de la máquina física. En caso de que la máquina virtual no permita utilizar el teclado y ratón en la física, para devolver el control de estos dispositivos a la máquina física pulsa la tecla que se muestra en la esquina inferior derecha de la máquina virtual (en este caso “Control Derecho”, o la tecla de control en la parte derecha del teclado).
En caso necesario, el tamaño de la pantalla de la máquina virtual se puede ajustar mediante el icono con forma de monitor que está en el panel.
Es recomendable apagar la máquina virtual como la física, es decir, a través del menú de apagado. Si se cierra la ventana en la máquina física aparece un menú que nos deja seleccionar el tipo de evento a enviar a la máquina virtual para que termine.
Si en algún momento el fichero
TELECO_ES.ova
se corrompe, la máquina será
inservible. Por este motivo, te recomendamos que guardes una copia del
estado inicial de la máquina y que todos tus ficheros los gestiones
mediante la plataforma de control de versiones que se estudiará más
adelante.
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